Ambientada en un pueblo del norte de Alemania en el año 1913 y poco antes de la primera Guerra Mundial, el profesor de la escuela y personaje principal –Christian Friedel- nos narra con una preciosa voz en off la serie de sucesos extraños que acontecen en ese pueblo Germano, espejo de la sociedad de la época, antes de la gran hecatombe del siglo. El director austriaco trata de plasmar en su película el carácter y el mal hacer de los habitantes, quienes carecen de todo tipo de valores y cuyo comportamiento no es un buen ejemplo a seguir para los más pequeños. Esa carencia de educación será, precisamente, lo que haga que estos niños sean la semilla de la que brotará el nazismo años después.
El nivel técnico de la película es incuestionable, con un blanco y negro penetrante e impoluto que sumerge al espectador de una forma estimulante y entrañable en la época y los acontecimientos. Los actores, naturales y con una marcada profundidad psicológica en la mayoría de los casos conducen la historia con gran fluidez.
Si me tengo que quedar con una escena sin duda será esa en la que el pequeño
Lo dicho, una recomendación para estas noches de invierno. Aunque para algunos, sus dos horas y cuarenta minutos de duración puedan hacerla un poco pesada, si uno consigue meterse en la película y seguir la trama con atención logrará disfrutar de una buen largometraje y guardar un grato recuerdo.
Mi escena Preferida:
Me dejo trastornada esta pelicula. Como todas las de Haneke!
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