Voy a aprovechar algunos de los últimos minutos del año para escribir algo en el blog. Quedan apenas 12 horas para que dejemos atrás el 2011, y me alegro. Exceptuando algunas cosas ha sido una mierda en diversos aspectos especialmente desde finales de Enero a finales de Noviembre -salvando los viajes al extranjero-. Siempre puede venir un año que sea peor, y seguro que este futuro azuloscurocasinegro me deparará algún otro. Sin embargo, ni es tiempo de lamentarse, ni es algo que quiera hacer en realidad. Mientras escribo esta linea en una parte de Kiribati acaban de entrar en el 2012. ¡Quién pudiera estar en ese maravilloso archipiélago con la mirada puesta en el inmenso Océano Pacífico y alejado de las masas destructoras del turismo! Espero volver fuerte este año que viene, que sea mejor que el anterior en todos los aspectos y que deje la pereza a un lado para terminar todas las entradas que tengo archivadas en borradores. No os voy a desear un 2012...
Que paren el mundo que yo me bajo..