El pasado sábado día 22, bajo una lluvia intensa, se estrenaba en el Festival Internacional de Cine de Gijón la ópera prima de Jonás Trueba 'Todas las canciones hablan de mi'. En un teatro Jovellanos casi abarrotado el joven director puso de largo un interesante film sobre qué pasa cuando se 'acaba' el amor.
La película narra la historia de Ramiro, un joven que acaba de terminar una relación con la que fue su novia durante 6 años. Ramiro se sumerge en un mundo melancólico, en las canciones y en la literatura. Nos encontramos con varias referencias tanto literarias como musicales (cabe destacar la presencia de un tema del cantautor Asturiano Nacho Vegas en la cinta). Ramiro no puede olvidar a su chica, con la que tantos buenos -y malos- momentos ha compartido, momentos que recuerda constantemente y que no es capaz de superar. Vive estancado en ella, aunque no por ello deje de fijarse en otras mujeres. Si digo que uno de los verbos más usados en la película es 'follar' no hace falta decir qué es lo que busca el protagonista tras la ruptura.
Personalmente creo que el chico hace bien, hay que intentar mirar adelante y probar, sin caer en la 'desesperación por pillar' que se muestra en algunas partes del largometraje. Al fin y al cabo, en su interior sólo existe una persona y él sólo intenta llenar el vacío al que le han conducido, algo que no consigue. Tengo que reconocer que una de las cosas que más me sorprendieron de la película fue que no apareciese ninguna escena sexual como tal -más si cabe tratándose de una película española-.
Os la recomiendo por varias razones. La primera porque creo que lo que narra es algo común y conocido por todos los que alguna vez hemos pasado por una ruptura o perdido a alguien a quien queríamos; la segunda porque a pesar de que es fácil pensar que nos encontramos ante una película 'depresiva' y melancólica tiene muchas escenas graciosas y con un ingenioso humor.
Comentarios
Publicar un comentario