En ella vamos viendo la evolución del personaje y sus pérdidas de control, cómo un buen día todo cambia en su magnífica vida y empieza a pagar su furia y culpar de sus problemas -desconocidos para el resto- a las personas más importantes en su vida. Cómo poco a poco pierde la cabeza.
La interpretación de Dupontel es sencillamente soberbia. Esos dialogos y palabras tan punzantes enganchan al espectador y bien podría decirse que en ellos Antoine no sólo se pasa tres pueblos sino cuatro o incluso cinco. Dicho esto podría parecer que nos encontramos ante una película en cierto modo incómoda. Ni mucho menos... es bastante dura en ocasiones pero la sensación que deja en el cuerpo cuando el misterio es revelado es de total y absoluto bienestar.
Recomiendo su visionado porque es una película que toca la fibra a pesar de ser bastante predecible en los minutos finales, lo cual no resta ni mucho menos emotividad. Sería preciso verse en una situación como la de nuestro personaje para saber cómo reaccionaría cada uno ante algo similar. Desde luego y muy personalmente hablando (aquí ya para los que hayáis visto la película) nunca me vería capaz de hacer algo así para huir de mis problemas más profundos. Es un modo de ver las cosas aunque éstas no siempre tengan una salida fácil.
Os dejo con el trailer en Francés y en Español:
Me la apunto!
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